Focus, el mal que me invade

 

Durante mis años más productivos tuve un mal que me invadió durante mucho tiempo: la falta de focus, un mal que ciertamente para muchos es una virtud, para otros un defecto. Definitivamente para mi gusto no es ni bueno ni malo, sino todo depende de las capacidades de cada persona y en el tiempo en que le ocurre.

Me explico mejor. Hace más de 4 años, tuve mis mejores días en crecimiento empresarial de una compañía, que hoy en día ha crecido mucho más gracias a que no estoy ahí. Te platico mejor mi historia.

Hace poco más de 4 años, yo lideraba una de las compañías más prominentes en servicios especializados en Guadalajara, un cargo que demandaba demasiado tiempo, esfuerzo y enfoque, una capacidad que hoy en día puedo decir y aceptar que no es mi mayor virtud; siempre he sido una persona inquieta en los negocios, tratando de probar distintas cosas y negocios. Entonces decidí que esta empresa estaría mejor sin mí, porque era como un niño de menor de un año que depende totalmente de una persona que pudiera liderar una compañía prominente y con un crecimiento sostenido de manera importante.

Pero hoy que lidero distintos proyectos y startups, te puedo decir que el focus en distintos negocios es una virtud que me ayuda a ser multitask, que me favorece para poder dedicarle tiempo y esfuerzo a pequeños bebés que van creciendo poco a poco y algunos otros a pasos agigantados, pero lo que siempre sabré es que el focus en distintos negocios o falta de focus  —como lo quieran ver— será mi cruz que cargaré toda mi vida, porque definitivamente en mi ADN llevo esa característica que me hace ser lo que soy: un ávido emprendedor y eterno soñador de negocios.

 Ahora te pregunto a ti: ¿La falta de focus o focus en distintos negocios será bueno o malo? ¿Tú cómo te consideras? ¿Las cualidades buenas y faltas de ellas las tienes identificadas?

 

LCP Gonzalo Ávila