Pequeños grandes pasos
Esta persona una tarde me encontró preocupado por multiples situaciones del trabajo, pero sobre todo porque soñaba con grandes objetivos por cumplir y estaba apenas a un par de meses de concluir el año, por lo cual me veía sobrepasado por los objetivos puestos en la mira y que el tiempo se acababa.
Aquel día este pescador se me acercó y me preguntó si me pasaba algo, seguramente me veía la cara muy preocupada o asustada —no lo sé—, pero supo que algo no estaba bien en mi semblante, y le contesté con la verdad porque por alguna razón me dio confianza para poder platicar con el sobre estos temas que para mi gusto no deben ser una carga emocional ni física, pero por alguna razón me tenía preocupado.
Siempre había sido una persona muy determinada y sobre todo con muchos sueños, pero estos sueños suelen ser grandes y ambiciosos. El problema no es el tamaño, muchas veces suelen ser la cantidad de sueños que tenemos, y ese precisamente era mi problema. Ese pescador, a pesar de que sus sueños probablemente diferían mucho de los míos, me dio una lección de vida que nunca se me olvidará.
Esa tarde el pescador me dijo: “Un paso a la vez”, y lo que realmente quería decir es que los sueños deben ser grandes y ambiciosos, no hay problema con eso, el problema radica en que nosotros desafortunadamente somos tan ambiciosos que tenemos grandes sueños y a cantidades. Ese año me había propuesto cinco grandes sueños, pero eran grandes, y precisamente ese año solo había podido cumplir tres de esos cinco, que no eran para nada malos.
Por eso hoy te digo que vayamos dando un paso a la vez, un objetivo a la vez, cumplirlo y seguir con el siguiente, pero no nos desmoronemos porque no podamos cumplirlos, vayamos dando estos pequeños grandes pasos.
Si al año te propones un objetivo grande, ambicioso y retador, mantente ahí hasta cumplirlo, es mejor un objetivo bien cumplido que varios sin terminar, es el famoso focus de la vida: ser lo suficientemente inteligentes para poder tomar las decisiones día con día hacia ese objetivo que nos hemos trazado; esa es la gran diferencia entre el soñador y el cumplidor de sueños.
LCP Gonzalo Avila
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